Anidar, por Isolda Núñez Portillo

Anidar es una metáfora de la primera morada y una reflexión sobre ella . Una añoranza del propio cuerpo siendo cuidado y abrazado y de la comunidad en momentos de vibración y encuentro.

 Anidar es una alegoría del útero, del hogar, de la comunidad y el territorio. Del lugar de pertenencia: ese  espacio de seguridad y regocijo en el que sentimos vibrar nuestro corazón.

 Anidar es el refugio donde  gestamos-amamos. El lugar donde crecemos, donde luchamos por estar mejor. Donde soñamos, donde sostenemos y susurramos nuestros deseos. Allí nos construimos como persona y enterramos a nuestros seres amados. Es el espacio de pertenencia, el hogar perdido y la tierra fértil; el agua abundante, el sol que da vida. Los bienes compartidos de un territorio fértil y amigable.

Reflexiono  sobre el desarraigo: la pérdida de ese nido, ese cuerpo, ese hogar, esa comunidad. La pérdida de la lengua materna, de la palabra como constituyente de los seres. La pérdida de la espiritualidad que nos fortalece ante los dolores y sufrimientos. Los colores, sonidos y sabores que  son propios de esa tierra -nido misteriosa y añorada. Aquel lugar a donde queremos volver pero no sabemos si (todavía) existe.

La herencia intangible, lo que no se ve y no sabemos en la racionalidad, el inconsciente lo revela y pulsa  de manera intuitiva y certera. El pasado como misterio abrazador pero impreciso.  Armar un nuevo NIDO es urgente y preciso. 

La herencia entramada en la memoria de las células, en la memorias de esas mujeres -hilo que habitan en mí.

Utilizo los saberes atávicos, metidos en las manos y el cerebro en siglos de trabajo femenino, prácticas artesanas cotidianas, deviniéndolas en prácticas expresivas que me ayudan a modelar mis sentires. Vengo de familia trabajadora y campesina, todas las mujeres de mi familia fueron costureras, sastres o tejedoras. De mi lado guaraní, cesteras. En mi trabajo reivindico  ese saber ancestral de las mujeres con el tejido y la cestería usando esos oficios tradicionales para transformar su sentido, para encontrar nuevos modos para el presente y el futuro, reivindicando ese pasado de hacedoras - constructoras  de saberes como herramientas de transformación. 

Anidar no solo es para los pájaros! ES CONSTRUIR UN ESPACIO DE CUIDADO  de transformación, de juego, regocijo y encuentro.  Con la certeza de que somos vulnerables y dependientes los unos de los otros  podremos generar las condiciones para un BUEN VIVIR.

Nesting, by Isaolda Núñez Portillo

Nesting is a metaphor of, and reflection on, one’s first home. It’s a yearning for one’s own body having been cared for and embraced, part of the vibrations and gatherings of the community.

Nesting is an allegory of the uterus, home, community, and territory. It is that place of belonging, that space of safety and delight where we feel vibrating our hearts.

Nesting is a refuge where we gestate-love. The place where we grow, where we struggle to be better. It’s where we dream, where we whisper our desires and nurture them. It’s that place where we construct ourselves as human beings, and where we lay to rest our loved ones. It’s the space of belonging, of the lost home and the fertile land, the abundant water, the life-giving sun. It’s the shared resources of a fertile and friendly territory.

I reflect upon rootlessness: the loss of that nest, that body, that home, that community. The loss of mother tongue, of the word as a constituent member of our being. The loss of a spirituality that strengthens us against pain and suffering. The colors, sounds, and flavors that are unique to that land -- a mysterious and yearned-for nest. That distant place we want to return to, though we don’t know if it (still) exists.

I reflect on the intangible inheritance: that which our rationality can’t see or understand, but which our unconscious mind reveals and probes intuitively, accurately. It is the past as embracing enigma. To create a new NEST is urgent and essential. 

It is the inheritance within the lattice of mitochondrial memory, within the memories of those women -- that thread that inhabits me.

I use this atavistic knowledge, embedded in my hands and mind through centuries of women’s work, daily artisanal practices, divining them in expressive disciplines that help me model my senses. I come from a hardworking, rural family. All of the women were seamstresses, dressmakers, or weavers. On my Guaraní side, basket-makers. In my work I reclaim my ancestral women’s wisdom through knitting and weaving, using those traditional occupations to transform their meaning, to find new modes for the present and the future. I reclaim that past of women makers -- builders of know-how as tools of transformation. 

Nesting is not just for the birds! IT IS TO CONSTRUCT A CARED-FOR SPACE of transformation, of play, of delight and gathering. With the conviction that we are vulnerable and dependent upon one another, we can generate the conditions necessary for GOOD LIVING.

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Biografía de Isolda Núñez Portillo

Estudié en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano y la Prilidiano Pueyrredón. Soy profe de pintura y de dibujo, aunque no ejerzo como tal. Soy profe de yoga, trabajo como artista y como yoguini, mis dos pasiones.

Llego al arte textil de la mano de mi abuela y su oficio de sastre. Trabajé mucho tiempo de artesana y diseñadora texti, hice ropa para vestir a la gente y  a partir de ahi me enamoré del oficio y lo tranformé en mi herramienta expresiva y de reivindicación feminista.

El arte textil me ha permitido jugar y explorar en todos mis intereses: la escultura blanda ,los bordados, el reciclaje y últimamente los vestuarios y las puestas en escena.

Biography of Isolda Núñez Portillo

I studied at the Manuel Belgrano School of Fine Arts and at the Prilidiano Pueyrredón. I am a trained professor of painting and drawing, but I support myself as a working artist and yoga instructor, my two passions in life. 

I first learned about textile arts at the hand of my grandmother, who worked as a seamstress. Thanks to her, I worked for many years as an artisan and clothing designer, making clothing for people to wear. I fell in love with this work, and have since transformed it into my tool for expression and feminist activism.

Textile arts have allowed me to explore and play with all of my interests: fabric sculpture, embroidery, upcycling, and lately, costumes and staging.



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